La fluvoxamina puede provocar una disminución de la calidad del esperma. Esto puede, por tanto, conducir a un deterioro de la fertilidad. Sin embargo, esto sólo se ha observado hasta ahora en experimentos con animales.
Embarazo
Durante el embarazo, la fluvoxamina sólo debe tomarse si es absolutamente necesario. Esto lo decidirá su médico.
En el primer trimestre del embarazo, no se han demostrado indicios claros de un aumento de la tasa de malformaciones al tomar fluvoxamina u otros ISRS(sertralina, citalopram, paroxetina y fluoxetina). Sin embargo, desgraciadamente esto no puede descartarse. Algunas publicaciones han hablado de un ligero aumento del riesgo de malformaciones cardíacas.
Cabe mencionar el alto nivel de experiencia no sólo con fluvoxamina, sino también con otros ISRS (> 10.000 informes de casos).
El uso de fluvoxamina en el 2º y 3er trimestre del embarazo puede provocar trastornos de adaptación postnatal y numerosos efectos secundarios. Estos incluyen hiperexcitabilidad, temblores, trastornos de la bebida y dificultad para respirar. Normalmente remiten como muy tarde un mes después del parto. En unos pocos casos se ha observado hipertensión pulmonar persistente en recién nacidos. Sin embargo, esto aún no se ha confirmado.
Si se ha tomado fluvoxamina durante el embarazo, el parto debe tener lugar en una clínica neonatal.
La ingesta de fluvoxamina no debe interrumpirse bruscamente durante el embarazo.
Como alternativa, pueden tomarse sertralina y citalopram, pero sólo cuando se reinicie el tratamiento.
Lactancia
La fluvoxamina puede tomarse durante la lactancia . Sin embargo, debe sopesarse el perfil de riesgos y beneficios. Por lo tanto, es esencial que hable con su médico. El nivel de experiencia es muy bajo.
La fluvoxamina pasa a la leche materna, pero aún no se han descrito síntomas en niños lactantes. Aunque la fluvoxamina es el fármaco de elección para la lactancia, sólo debe utilizarse con gran precaución. Si observa síntomas en su lactante, consulte INMEDIATAMENTE a un pediatra.