Siga exactamente las instrucciones de administración de este medicamento contenidas en este prospecto o las indicadas por su médico o farmacéutico. En caso de dudas, pregunte a su médico o farmacéutico.
La dosis recomendada en adolescentes a partir de 12 años y en adultos, es de 1 pulsación por aplicación, según necesidad, cada 6 – 8 horas de 3 a 4 veces al día. Se puede repetir hasta un máximo de 4 aplicaciones al día.
Cómo usar
Uso cutáneo, exclusivamente sobre piel íntegra.
Aplicar directamente sobre la zona a tratar y sin frotar
Lavarse las manos después de cada aplicación.
Mantenga el spray a unos 20 centímetros de la piel y pulse la válvula, manteniendo el envase en posición vertical durante unos segundos y espere a que se evapore, sin frotar ni dar masaje. Lávese las manos después de cada aplicación.
Uso en niños
Reflex Spray está contraindicado en niños y adolescentes menores de 12 años.
Si los síntomas persisten, no mejoran o empeoran después de 7 días de tratamiento, consulte a su médico.
Si usa más Reflex Spray del que debe
Si usted se ha aplicado más Reflex Spray del que debiera se pueden producir problemas de piel.
Debido a su contenido en alcanfor, un exceso de uso puede producir irritación en la piel.
Si lo ha ingerido (tragado) debe acudir inmediatamente a un centro médico aunque no note síntomas, estos pueden aparecer después de 2 horas de la ingestión del medicamento. La ingestión accidental puede producir una serie de síntomas debidos a su contenido en alcanfor como olor del aliento característico a alcanfor, calor en la boca, sed, sudoración, nauseas, vómitos, cólicos, dolor de cabeza, mareos, delirio, nerviosismo, convulsiones de tipo epilépticas, excitación o depresión del sistema nervioso central y coma. El tratamiento de una intoxicación accidental con alcanfor es sintomático. No inducir el vómito.
Debido a su contenido en esencia de trementina, mentol y salicilato de metilo, si lo ha ingerido puede notar los siguientes síntomas: ardor de estómago, dolor abdominal, malestar intestinal, náuseas, vómitos, edema pulmonar, hiperventilación, cetosis y alcalosis respiratoria, acidosis metabólica, excitación, sudoración, pitos en los oídos (tinnitus) vértigo, sed, mareo sudoración, letargo (falta de energia), taquipnea (aumento de la frecuencia respiratoria), trastornos psiquiátricos, confusión, sordera, somnolencia, incapacidad para coordinar movimientos (ataxia), excitación o depresión del sistema nervioso central que puede llevar a coma, colapso cardiovascular e insuficiencia respiratoria; fiebre, taquicardia, daño en el hígado, sangre en la orina.
En caso de aplicación de alcanfor o mentol en las fosas nasales puede aparecer quemazón orofaríngeo, depresión del sistema nervioso central, paro respiratorio y colapso inmmediato en niños.
En caso de sobredosis o de ingestión accidental, acuda inmediatamente a un centro médico o llame al Servicio de Información Toxicológica, teléfono 915 620 420, indicando el medicamento y la cantidad ingerida.