Crear documentos preventivos
Una gran parte de la gente desea que un día se quede dormida en su sillón, en el sofá o en la cama y no se despierte nunca. Dormir durante la propia muerte, por así decirlo, es una idea reconfortante, porque el miedo de los últimos momentos no se percibiría así.
Sin embargo, en la realidad, sólo unas pocas personas tienen esta suerte. Las personas que quieran tomar disposiciones para su propia muerte deben hacerlo por razones de peso a lo largo de su vida y redactar documentos legalmente vinculantes. Dos de los documentos más importantes son el poder sanitario y el testamento vital:
Poderes notariales y directivas de atención anticipada
Esto no significa la atención establecida por un juez. Muchas personas ya tienen un poder de asistencia sanitaria. Si, por ejemplo, uno de los padres ingresa en una residencia de ancianos y el hijo se encarga de la liquidación del piso y de las finanzas, se emite un poder de precaución para estos fines.
Normalmente recae en manos de los familiares más cercanos, pero también se puede elegir a terceros para ello. El poder sanitario puede ser redactado por cualquier persona a lo largo de su vida. En el documento se designa a una o varias personas para que regulen determinadas partes de la vida de la persona. Sin embargo, existen claras restricciones:
- Validez: Este poder finaliza con el último aliento, momento a partir del cual el patrimonio pasa a los herederos.
- Limitación: Dentro del marco financiero, el poder de disposición está claramente limitado. Los ingresos y los ahorros deben destinarse en primer lugar a los costes de la atención residencial o de enfermería. Si hay que reclamar una ayuda estatal, hay que demostrar las retiradas anteriores.
- Poder dedisposición: La directiva de cuidados no otorga a una persona un poder general de disposición sobre la persona a la que va a cuidar. En este sentido, el poder de tutela difiere fundamentalmente de la tutela por designación, en la que también se pueden tomar decisiones sobre el alojamiento o el patrimonio, pero siempre a favor de la persona tutelada. Un poder privado de asistencia no autoriza, por ejemplo, a la persona que presta la asistencia a vender una casa o un negocio. Para ello, de nuevo, se necesitan organismos jurídicos oficiales.
Hay muchos rumores sobre la emisión de una directiva de cuidados. Sin embargo, básicamente se utiliza incluso a una edad temprana para garantizar, por ejemplo, después de un accidente con una estancia hospitalaria más larga, que la persona X pueda entrar en la casa, abrir el correo o también pagar las facturas en nombre de la persona "cuidada".
Los padres pueden, por ejemplo, utilizar ese poder de cuidado para estipular que el mejor amigo cuidará del niño durante un tiempo limitado en caso de accidente. Otros pueden estipular que la persona Y puede hacerse cargo de los animales en nombre de la persona cuidada y presentarlos a un veterinario en nombre de la persona cuidada.
La forma más sencilla de poder de asistencia es el llamado contacto de emergencia. En el caso de las personas que no tienen familiares directos, este poder autoriza a un amigo no sólo a ser el primero en ser informado en caso de emergencia, sino también a llevar la ropa al hospital, y a ser informado de su estado.