Las causas de la inactividad física
Hay muchos factores que conducen a la falta de actividad física en este país. Una de las principales causas es el aumento del sedentarismo debido a los avances tecnológicos. Gracias a la televisión, los ordenadores y los teléfonos inteligentes, la gente ya no necesita moverse tanto como antes para realizar las tareas cotidianas. Esto se observa especialmente en la sociedad más joven. Más del 80% de los jóvenes de entre 11 y 17 años necesitan moverse más. Otro factor es el aumento de los niveles de estrés, que puede llevar a las personas a dar prioridad a su trabajo frente a actividades de ocio como ir al gimnasio o dar un paseo. Sentirse abrumado o tener problemas de salud mental también puede hacer que una persona no se sienta motivada para realizar actividad física. En última instancia, algo tan sencillo como dar un paseo después de cenar o subir las escaleras en lugar de coger el ascensor puede marcar la diferencia entre un estilo de vida inactivo y uno activo.
Las consecuencias de la inactividad física son devastadoras
La falta de ejercicio puede tener graves consecuencias para la salud física y mental. Desde el punto de vista físico, la falta de ejercicio aumenta el riesgo de obesidad y otras enfermedades cardiovasculares como la hipertensión o los niveles elevados de colesterol. También debilita nuestros músculos, lo que puede provocar dolores articulares e incluso enfermedades crónicas como la artritis. A nivel mental, la falta de ejercicio puede hacernos sentir aletargados y desmotivados, lo que a su vez puede provocar ansiedad o depresión.
Estos síntomas indican una falta de ejercicio
El ejercicio es una parte importante de nuestra rutina diaria y la falta de ejercicio puede tener graves consecuencias. Entre los síntomas habituales asociados a la inactividad o la falta de ejercicio se encuentran la fatiga crónica, el dolor muscular y articular, la movilidad reducida e incluso la dificultad para respirar. Cuando estamos físicamente inactivos, nuestro cuerpo no recibe la estimulación que necesita para funcionar de forma óptima. Cuando se percibe alguno de estos síntomas, es importante reconocerlos como señales de advertencia de que el cuerpo necesita más actividad física. Dedicar un tiempo cada día a incorporar al menos alguna forma de ejercicio a su vida puede suponer una diferencia significativa para su salud y bienestar.
Esta es la cantidad de ejercicio que se recomienda
La Organización Mundial de la Salud recomienda que los adultos realicen 150 minutos de actividad física de intensidad moderada a la semana o 75 minutos de actividad física de intensidad vigorosa a la semana, además de actividades de fortalecimiento muscular dos o más días a la semana. Esto puede parecer mucho, pero hay formas de incorporar fácilmente el ejercicio a la vida cotidiana. Veámoslos más de cerca:
- Ciclismo: Deje el coche y vaya en bicicleta al trabajo o de compras.
- Sube escaleras: Utilice las escaleras en lugar del ascensor.
- Hacer ejercicio juntos es más divertido: queda con tus amigos para hacer ejercicio juntos.
- Utiliza aplicaciones: Los rastreadores de fitness te recuerdan que debes hacer ejercicio con regularidad.
- Ejercicio durante la pausa del almuerzo: La pausa del almuerzo es para dar un paseo.
- Hazejercicio mientras te lavas los dientes: Haz sentadillas mientras te lavas los dientes.