Definición de alergia:
En el mundo de habla alemana, casi el 20% de la población padece al menos una alergia, y las mujeres se ven afectadas con más frecuencia que los hombres.
Las reacciones alérgicas son respuestas inapropiadas del sistema inmunitario al entrar en contacto con una sustancia extraña generalmente inofensiva. Lo ideal es que el sistema inmunitario sea adaptativo y reconozca qué sustancias extrañas son perjudiciales y cuáles no. Sin embargo, en el caso de una alergia, esta diferenciación ya no funciona eficazmente, por lo que no se ignora la sustancia extraña inofensiva, sino que se activan las defensas del sistema inmunitario. Las posibles consecuencias de esta reacción inmunitaria serían: inflamación de las mucosas, picores, dificultad para respirar o incluso un colapso circulatorio, sin que los alérgenos (es decir, las sustancias desencadenantes) causen ningún daño directo por sí mismos.
El tratamiento medicinal puede suprimir el sistema inmunitario o inhibir la liberación de sustancias proinflamatorias, aliviando así los síntomas alérgicos. Mientras que éstos actúan en todo el cuerpo humano en forma de comprimidos o inyecciones, los aerosoles para el asma, los aerosoles nasales o los colirios pueden dirigirse a zonas específicas del cuerpo.
Es bien sabido que las respuestas inmunitarias, incluidas las reacciones alérgicas, están sujetas a lo que se conoce como condicionamiento pavloviano. Tras conocer la relación entre un agente inmunorreactivo, como un alérgeno, y un estímulo inmunológicamente neutro, como un olor distinto, ese elemento neutro por sí solo puede desencadenar la respuesta inmunitaria.
El estudio sobre la alergia:
Científicos del Instituto de Psicología Médica y Neurobiología del Comportamiento de la Universidad de Tubinga (Alemania) han investigado esta explicación exacta en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Para este estudio, publicado en mayo de 2020, el equipo de investigación controló a los sujetos con rinitis relacionada con la alergia. Los participantes fueron seleccionados a través de varios anuncios en las listas de distribución de correo electrónico de la universidad. Antes de inscribirse en el estudio, se examinó a los candidatos para detectar una sensibilización clínicamente relevante al polen de abedul y/o de gramíneas mediante diversas pruebas, como una prueba de hisopo cutáneo o una prueba de provocación nasal. Finalmente, se inscribieron en el estudio 30 sujetos, con una edad media de 25 años. El estudio cruzado aleatorizado y doble ciego (es decir, cruzado) se llevó a cabo durante períodos libres de polen desde 2014 hasta 2018.
El día del estudio, los participantes llegaron al laboratorio a las 19:30 horas. Para ello, se les confrontó en una sala de experimentación neutra con los respectivos alérgenos, como la hierba o el polen de abedul, administrándoles un spray nasal. Hacia el final de una fase de 45 minutos, durante la cual los participantes en el estudio permanecieron en la sala y pudieron adaptarse al entorno, se evaluaron por primera vez las reacciones alérgicas. La cantidad de una enzima específica en las secreciones nasales humanas se utilizó para medir la gravedad de la reacción alérgica que se producía en cada sujeto. Mientras que la mitad de los participantes en el estudio tuvieron que permanecer despiertos hasta la noche siguiente, la otra mitad se durmió durante ocho horas después de esta prueba. Una semana después, repitieron el experimento en la misma sala de experimentación sin administrar alérgenos.
Resultados claros:
Según los informes del estudio, los participantes reaccionaron con rinitis alérgica poco después de entrar en la habitación; sin embargo, sólo el grupo que tuvo que dormir durante ocho horas. Los participantes del grupo sin sueño no mostraron ninguna reacción alérgica al volver a la sala de pruebas. Tampoco mostró un efecto similar el hecho de entrar en un lugar diferente al que fueron llevados los participantes del grupo con sueño durante la segunda semana del estudio.
Los resultados del estudio proporcionan una posible evidencia de que las respuestas relacionadas con la alergia también podrían condicionarse a la información ambiental (por ejemplo, la ubicación de la habitación) después de un solo procedimiento de condicionamiento en una sola serie de ensayos, siendo necesario dormir para consolidar esta respuesta. Este mecanismo proporciona una posible base para entender los fuertes efectos psicológicos en las respuestas alérgicas.
Conclusión:
En resumen, los resultados del estudio muestran datos para establecer el principio de que las respuestas alérgicas pueden estar condicionadas al mero contexto (como una habitación) de un procedimiento de condicionamiento y que estas respuestas dependen del sueño. Estos resultados pueden tener importantes implicaciones para entender las respuestas alérgicas "placebo" comúnmente observadas que pueden ocurrir en ausencia de alérgenos.