4. envasar medicamentos para la prevención y los casos agudos.
A pesar de estas precauciones, nunca se puede descartar por completo el contacto con un alérgeno o un componente alimentario intolerable durante las vacaciones. Además, en casos individuales, puede producirse una reacción alérgica en ausencia de alérgenos.
Por lo tanto, es importante estar siempre preparado para un caso agudo, a pesar de tomar precauciones. Para ello, se pueden utilizar diversos preparados, previa consulta con el médico. Suelen ser los llamados antihistamínicos. Además, ningún alérgico debería prescindir de un kit de emergencia especial para el shock anafiláctico en su equipaje.
Pero estos medicamentos también pueden garantizar unas vacaciones sin preocupaciones como medida preventiva, incluso si los afectados entran en contacto con el alérgeno o con alimentos intolerables. Por ejemplo, los aerosoles nasales especiales pueden tener un efecto preventivo sobre la fiebre del heno. En el caso de la intolerancia a la lactosa, se puede tomar la enzima que falta, y en el caso de la intolerancia a la histamina, se consigue un gran éxito tomando diamina oxidasa.
Por lo tanto, vale la pena aclarar las opciones pertinentes antes del viaje y probarlas para comprobar su efecto y tolerancia. De este modo, podrá iniciar su viaje sin preocupaciones.
Sin embargo, no es aconsejable tomar un nuevo preparado por primera vez durante el viaje debido a los posibles efectos secundarios o reacciones de hipersensibilidad. Las vacaciones no son el lugar adecuado para hacer "experimentos". 5.
5. tomar nota de las consideraciones especiales al viajar
Llevar medicamentos a través de las fronteras nacionales o en avión puede causar problemas. En el caso de los viajes en avión, esto es especialmente cierto si se transportan en el equipaje de mano.
En estos casos, es importante dejar el medicamento en su envase original. Lo ideal es llevar también una nota del médico en inglés o en el idioma del país de destino, indicando de qué medicamento se trata y por qué es necesario.
En el avión, todos los medicamentos deben llevarse también en un film transparente. Sin embargo, esta no es la única particularidad a la hora de viajar o volver de un viaje como persona con alergias o intolerancias.
Puede haber otros obstáculos, como alérgenos en el avión o ingredientes alimentarios incompatibles en la comida que se sirve allí. Además, algunos medios de transporte, a veces incluso los aviones, permiten la presencia de mascotas en el habitáculo, lo que también puede convertirse en un problema para los alérgicos.
Por ello, los alérgicos deben tener siempre a mano su medicación y su kit de emergencia. Al hacer la reserva, puede valer la pena preguntar a la aerolínea, a la agencia de viajes o a otro contacto adecuado si, por ejemplo, se admiten mascotas o si es posible pedir comida especial.
Por lo general, se puede encontrar una solución, como colocarlos lo más lejos posible de los animales o llevar sus propios bocadillos. En caso de duda, viajar por su cuenta, por ejemplo en coche, es una alternativa más fácil y segura. Las opciones de transporte también deben considerarse en consecuencia a la hora de elegir un destino.