Al igual que todos los medicamentos, Prialt puede tener efectos adversos, aunque no todas las personas los sufran.
La frecuencia de los posibles efectos adversos enumerada a continuación se define utilizando la siguiente convención:
Muy frecuentes (afecta a más de 1 usuario de 10)
Frecuentes (afecta de 1 a 10 usuarios de 100)
Poco frecuentes (afecta de 1 a 10 usuarios de 1.000)
Muy frecuentes:
Confusión, mareos, visión borrosa, dolor de cabeza, movimientos rápidos de los ojos de un lado a otro, pérdida o trastornos de la memoria (despistes), dificultad para caminar, vómitos, náuseas, debilidad general y somnolencia.
Frecuentes:
Disminución del apetito, ansiedad o empeoramiento de la ansiedad, alucinaciones, dificultad para quedarse dormido o para dormir, agitación, desorientación, depresión o empeoramiento de la depresión, nerviosismo, cambios de humor, trastornos mentales (anomalías del pensamiento, confusión), paranoia, irritabilidad, empeoramiento de la confusión, dificultades para el aprendizaje, la memoria o el pensamiento, ausencia o deterioro de los reflejos, problemas para expresar o comprender palabras, lenguaje titubeante, dificultades con el lenguaje o pérdida de la capacidad para hablar, pereza, alteraciones del equilibrio o la coordinación, sensación de quemazón, aumento de la sensibilidad al dolor, disminución del nivel de consciencia (no responde o casi inconsciente), sedación, dificultad para concentrarse, problemas con el sentido del olfato, gusto extraño o ausente, agitación, hormigueo, visión doble, trastornos visuales, intolerancia a la luz, acúfenos (zumbidos en los oídos), mareo o sensación de que todo da vueltas, lipotimia o mareo al estar de pie, hipotensión arterial, dificultad para respirar, sequedad de boca, dolor abdominal, aumento de las náuseas, diarrea, estreñimientos, sudación, prurito, debilidad muscular, espasmos musculares, calambres musculares, dolor muscular o articular, dificultad o dolor al orinar, dificultad para iniciar o controlar la micción, sensación de inquietud, caídas, dolor o aumento del dolor, fatiga, sensación de frío, hinchazón de la cara, las piernas o los pies, dolor torácico, fiebre, alteraciones de la bioquímica sanguínea, deterioro mental y pérdida de peso.
Poco frecuentes:
Infección en el torrente sanguíneo, meningitis, delirios (sensación de confusión mental), trastorno psicótico (pensamientos y percepciones anómalos), pensamientos o intentos de suicidio, trastornos del pensamiento, sueños anómalos, incoherencia (incapacidad de tener sentido), pérdida de consciencia, coma, estupor (no responde/dificultad para despertar), convulsiones (crisis), ictus, encefalopatía (trastorno cerebral), ritmo cardiaco anormal, dificultad para respirar, indigestión, erupción cutánea, desintegración de los músculos (rabdomiólisis), inflamación muscular, dolor de espalda, espasmos musculares, dolor de cuello, fallo renal agudo, determinaciones anormales en el trazado cardiaco (ECG), aumento de la temperatura corporal.
Si considera que alguno de los efectos adversos que sufre es grave o si aprecia cualquier efecto adverso no mencionado en este prospecto, informe a su médico o farmacéutico.