Este medicamento le será administrado siempre por un profesional sanitario.
Siga exactamente las instrucciones de administración de Hydrapres indicadas por su médico. En caso de duda, consulte de nuevo a su médico o farmacéutico.
Las dosis habituales se indican a continuación.
Adultos
La dosis usual terapéutica en el adulto es de media ampolla a 2 ampollas (10 mg a 40 mg) por vía intramuscular, intravenosa lenta o perfusión intermitente, pudiéndose repetir la dosis si fuera preciso.
La presión arterial debe ser controlada frecuentemente.
En preeclampsia y eclampsia la dosis normal inicial intravenosa para adultos es de 5 mg seguida de dosis intravenosas de 5-10 mg (rango 5-20 mg) cada 20-30 minutos.
Uso en pacientes con la función renal alterada
Ciertos pacientes (especialmente los que tienen insuficiencia renal importante) pueden requerir una dosis más baja.
Uso en niños
No se ha establecido la seguridad y eficacia en niños, aunque hay experiencia de su uso en niños. En el niño, se recomiendan dosis de 1,7-3,5 mg/kg/día o de 50-100 mg/m2/día, divididas en 4-6 dosis.
No se recomienda que la dosis inicial sea superior a 20 mg. Generalmente, la mayoría de pacientes pueden pasar a tratamiento por vía oral en las primeras 24-48 horas.
Si usa más Hydrapres del que debe
Podría aparecer: descenso de la presión arterial (hipotensión), aumento del ritmo cardíaco (taquicardia), enrojecimiento de la piel (rubor cutáneo generalizado) y dolor fuerte de cabeza (cefalea intensa). Puede dar lugar también a latidos irregulares del corazón (arritmias cardíacas) e infarto cardíaco (isquemia miocárdica). En casos graves, es posible la aparición de shock profundo (coma).
En caso de sobredosis o ingestión accidental consulte inmediatamente a su médico o farmacéutico o llame al Servicio de Información Toxicológica, teléfono 91 562 04 20, indicando el medicamento y la cantidad ingerida.
Información para el médico: el tratamiento será sintomático. Lo más importante es el soporte del sistema cardiovascular. El shock puede tratarse con un expansor de volumen plasmático y, si es posible, sin emplear vasopresores. En caso de ser necesarios estos, se empleará uno que no sea capaz de precipitar o agravar las arritmias cardíacas. Puede ser necesaria la digitalización. La función renal se monitorizará y se mejorará si fuera preciso. No hay experiencia con diálisis extracorpórea o peritoneal.