Los síntomas de la esquizofrenia pueden ser muy diversos, ya que pueden verse afectadas las más variadas funciones de la psique. Además, la extensión y el curso de los síntomas pueden variar mucho, de modo que varias funciones mentales pueden cambiar al mismo tiempo y causar una queja combinada (síndrome). En la esquizofrenia, los síntomas básicos deben distinguirse de los síntomas adicionales.
Síntomas básicos
Las quejas básicas son los síntomas que resultan de los cambios mentales básicos:
- En la esquizofrenia, el pensamiento y el lenguaje están alterados. La forma de pensar es muy errática, ilógica y confusa, las frases o pensamientos se interrumpen bruscamente. Además, los afectados utilizan palabras con un significado diferente o mezclan dos palabras en una.
- Además, en la esquizofrenia se producen trastornos afectivos y desgana. Se observa que el estado de ánimo de los esquizofrénicos no suele coincidir con la situación actual. Además, pueden darse varios sentimientos contrarios al mismo tiempo, por ejemplo, los enfermos pueden llorar y reír al mismo tiempo.
- Normalmente, los afectados también pierden el contacto con la realidad y viven en su propio mundo.
- En la mayoría de los casos, los esquizofrénicos tienen trastornos de autopercepción. Se ven a sí mismos como inconexos y divididos. Incluso su propia persona no siempre es vista como real.
Síntomas adicionales
Los síntomas adicionales pueden producirse como resultado de procesar lo que han vivido o de intentar aceptar la enfermedad, ya que las personas esquizofrénicas son incapaces de procesar adecuadamente lo que han percibido debido a su enfermedad:
- Aquí también pueden producirse cambios en el pensamiento. Así, muchos afectados creen que se les meten en la cabeza pensamientos ajenos y que les han robado los suyos propios.
- Cuando se trata de cambios en el mundo emocional, el miedo es predominante. El estado emocional es típicamente bastante depresivo, con impotencia y necesidad de afecto, pero en algunos casos también pueden dominar las emociones excesivas, la desinhibición y un estado de ánimo exuberante. Además, los esquizofrénicos tienen un mayor riesgo de suicidio.
- Muchos pacientes informan de delirios masivos de persecución. Piensan que son constantemente perseguidos y que el resto del mundo está en su contra. Incluso puede llegar a pensar que otras personas quieren hacerles daño o incluso matarlos. Incluso con una buena persuasión, suele ser casi imposible disuadir a los esquizofrénicos de sus pensamientos delirantes.
- Además, muchos esquizofrénicos sufren alucinaciones. Oyen voces, huelen cosas que otros no huelen o ven cosas que no son reales. Las alucinaciones pueden aumentar la sensación constante del esquizofrénico de ser seguido y amenazado. Incluso en este caso, el razonamiento lógico apenas puede tranquilizar al enfermo.
- De vez en cuando, la esquizofrenia también puede conducir a una restricción de las habilidades motoras. Entonces, los pacientes sólo pueden moverse muy lentamente y de forma restringida y se vuelven completamente rígidos (estupor). Esto puede llegar hasta el punto de que los esquizofrénicos ya no se mueven en absoluto o adoptan posturas de aspecto muy agónico. Si a las posturas incómodas se añade la fiebre, se habla de catalepsia perniciosa, que puede poner en peligro la vida. En situaciones en las que la persona afectada está muy agitada e inquieta, a menudo puede observarse una repetición constante de un determinado movimiento. Muy a menudo, se puede ver a los enfermos echándose las manos a la cabeza, caminando nerviosamente o haciendo ejercicios gimnásticos.
Lento o agudo
La enfermedad puede ser gradual o aguda. Si la esquizofrenia es gradual e insidiosa, la persona afectada se aleja cada vez más de sus círculos sociales y de su familia, parece cada vez más desganada, hasta que finalmente deja de dedicarse a su trabajo o a sus aficiones. También pueden aparecer otros síntomas como problemas de sueño, disminución de la concentración, indecisión y cambios de humor repentinos.
El curso agudo se entiende como un brote de la enfermedad, que suele producirse de forma muy brusca y se acompaña de fuertes alucinaciones y delirios.
Sólo en algunos casos el síntoma esquizofrénico está siempre plenamente desarrollado; la enfermedad suele progresar por fases con episodios esquizofrénicos. Entre los episodios, la persona afectada apenas muestra síntomas, pero el procesamiento de los episodios esquizofrénicos puede provocar a su vez graves cambios en la personalidad.