Tanto el tipo de terapia como las posibilidades de curación dependen de la evolución del cáncer. Se distinguen varias etapas entre sí:
- Estadio 0:Las células degeneradas del melanoma maligno se encuentran exclusivamente en la capa superior de la piel y aún no han crecido en profundidad.
- Estadio I: Las células del melanoma maligno ya han penetrado en la dermis. El lunar maligno es mayor de 1,5 milímetros, pero los ganglios linfáticos circundantes están libres de células cancerosas.
- Estadio II:El diámetro del melanoma es superior a 1,5 milímetros, pero inferior a 4 milímetros. También en este estadio, las células cancerosas ya han penetrado en la dermis, pero no están afectadas las capas más profundas ni los ganglios linfáticos circundantes.
- Estadio III: Las células cancerosas ya han afectado a las capas profundas de la piel, así como a los ganglios linfáticos circundantes. Además, pueden desarrollarse los denominados tumores satélites en las proximidades y pueden verse afectados los tejidos y órganos adyacentes.
- Estadio IV: el melanoma maligno ya se ha extendido a otros órganos y ganglios linfáticos distantes (metástasis a distancia).
Extirpación quirúrgica
El tratamiento básico para casi cualquier melanoma maligno es la extirpación quirúrgica del tumor. Para asegurarse de que no quedan células cancerosas, también se extirpa quirúrgicamente el tejido adyacente de más de un centímetro de diámetro.
Si el crecimiento del melanoma en capas más profundas ya se ha diagnosticado mediante ecografía antes de la operación, se debe cortar el tejido circundante en un radio de tres centímetros. Si la extensión del tumor a capas más profundas de la piel sólo se descubre bajo el microscopio después de la operación, el tejido en un radio de tres centímetros debe ser extirpado en una segunda operación.
Si se detecta una infestación de las cuentas linfáticas circundantes antes o durante la operación, éstas también deben ser eliminadas.
Quimioterapia y radioterapia
Si el melanoma maligno ya se ha extendido a órganos o ganglios linfáticos distantes, el pronóstico es mucho peor. En un primer momento, se intenta extirpar quirúrgicamente estas metástasis. Sin embargo, si esto no tiene éxito, se añade la quimioterapia a la operación.
La radioterapia se utiliza principalmente para los lunares malignos que afectan a los ojos, para los lunares de lentigo maligno, así como para las personas mayores y las metástasis en el cerebro.
Además, hay estudios experimentales que investigan el tratamiento con energía de radiación junto con hipertermia (calentamiento del cuerpo). Este método de tratamiento mostró resultados prometedores en los primeros estudios y posiblemente desempeñará un papel en la terapia del cáncer de piel en el futuro.
Tratamiento de drogas
Otra posibilidad para la terapia del melanoma maligno es influir en el sistema inmunitario con fármacos, por ejemplo con interferón alfa. Esta sustancia debe administrarse por inyección y refuerza la reacción inmunitaria contra las células tumorales. Esta forma de terapia es particularmente útil para los pacientes en las etapas II o III.
Si se lleva a cabo una terapia farmacológica en el postoperatorio (terapia adyuvante), se puede combatir cualquier metástasis pequeña e invisible (micrometástasis). Este tratamiento adyuvante puede prolongar normalmente el tiempo de supervivencia.
En este sentido, el α-2b-interferón y el α-2b-interferón son los que mejor se han comportado entre los distintos fármacos que se han probado hasta ahora. Por ejemplo, una terapia de alta dosis con α-2b-interferón prolongó significativamente el tiempo de supervivencia de los pacientes tratados y redujo la tasa de recaída. Además, la aparición de micrometástasis podría reducirse con la terapia.